Amiga mía
13.02.2015 18:54
Amiga mía ¿quién eres tú para decir que nadie se vuelve loco de amor? Qué pena me das si nunca te sentiste morir por una boca, por un abrazo... que pena, amiga. Siempre entendí a la loca de Juana y no sé, no sé si envidiaba ese amor obsesivo y enfermizo o le temía, porque cuando te atrapa ya no puedes escapar de su hechizo. Te posee. Sí, no me mires así, ya sé que piensas que eso no es nada bueno, que eso de que tu felicidad dependa por entero de otra persona, te aboca irremediablemente a perder la voluntad, a no ser dueña de tu destino, ni de tus actos. Y en realidad ¿importa eso? No, te lo aseguro, no importa nada, porque a decir verdad, no somos dueños ni de nuestra propia vida, y cuando nos llegue el momento de abandonar este mundo nadie se preguntará si fuimos felices, si amamos. Con un poco de suerte igual hasta nos recuerdan un poco.
Lo de Juana es fácil ¿sabes? Quiero decir que todo es más fácil si creen que una está loca, o si lo estás en realidad. Puedes hacer y decir lo que te plazca, todos dirán: “pobrecilla, se ha vuelto loca” y aquí paz, y después gloria. Como mucho... te encierran. Lo doloroso, lo insufrible, lo insoportable es estar cuerda, demasiado cuerda diría yo. Entonces tienes que callar, guardar el secreto, hasta que las palabras y los sentimientos se te salen por los poros de la piel como regueros de sudor y lágrimas... se me metió algo en el ojo, te disculpas. Y va, y se lo creen. Si serán idiotas.
Te quedaste callada, y seguro estás pensando que en verdad me he vuelto loca, que he cambiado. No, querida amiga, no he cambiado. Sólo es que renací en sus manos, que ya no soy la misma, soy otra, ni mejor ni peor que la que era, sólo distinta. Aquella tarde que me encontré de pronto en el hueco de sus brazos, no me reconocí. Hasta que abrí mi pecho y un sentimiento nuevo empezó a brotar como una fuente que acaba de nacer, silencioso, calmado, dulce, fresco. En su intenso fluir inundó los espacios que no podían contenerlo y como una cascada salió por la ventana. Y comenzó a llover.